martes, 29 de marzo de 2011

Pelicula el perfume

ANALISIS DE LA PELÍCULA EL PERFUME DESDE LA ESTETICA.
Si analizamos la película el perfume desde las pretensiones filosóficas, podemos darnos cuenta que el personaje posee un don especial en uno de los sentidos que han tratado de ser  excluidos  del campo de la atención estética como es el olfato, dado que lo han categorizado dentro de los sentidos que tienen mayoritariamente un fin hacia la satisfacción de las necesidades.
Pero por otra parte podemos identificar dentro de la película lo que señalaba Friedich Kainz, en su texto “la esencia de los estético”, toda vez que el protagonista Jean Baptise Grenouille, a pesar de tener el gran talento de poder percibir olores de diferentes tipos, no puede disfrutar de la esencia de lo estético, en este caso no puede disfrutar los diferentes aromas que percibe para categorizarlos, sino que su obsesión por preservar el aroma le lleva únicamente a percibir los olores y verlos desde la forma práctica es decir, en cómo puede preservar el aroma del objeto.
Este hecho es el que le conduce a cometer varios crímenes, en su macabra búsqueda de un perfume que le identificase a sí mismo, pues el percibe todos los olores menos el propio, en el momento en que inicia su obsesión por mantener el aroma, su olfato pasa a ser únicamente el medio por el cual puede saciarla, dejando así de ser un sentido para la atención estética y pasando únicamente a ser el intermediario entre su ser y su  desquiciada  obsesión.
Filosóficamente y teniendo en cuenta los diferentes conceptos dados a lo largo de esta rama de la filosofía (la estética), podríamos decir que la actitud del personaje dista mucho de ser una actitud estética pues a pesar de su don este centra  toda su atención en el beneficio propio de aprender a mantener el aroma y por medio de ello sublimar la propia necesidad de sentir su aroma, el aroma en sí mismo no constituye un objeto estético dado que los propósitos del protagonismo no es categorizar como bueno o malo un olor, o como inspirador de belleza o fealdad, si no obtener un aroma que le identifique.


 


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